sábado, 22 de agosto de 2009

Irrelevante?


¿Me creerías si te digo que te entiendo?.
La verdad... No.
Yo. Soy incapaz de entender qué pasa, no confíes en mi cara de seriedad, y en el típico asentimiento de comprensión. OYE!, yo no me entiendo; nunca he tomado una decisión de esas decisivas que todo el mundo espera discutir y lucir algún día. No me creas, porque sabes que por mi las cosas pasan y pasan porque sí. Y en el azar de lo que golpea constantemente mi nariz, te vi, y te quedaste porque quise, porque quisiste y porque sí. ¿Entiendes que no entiendo?
Somos un montón de coincidencias, que por la incidencia de cada una dejan de serlo. Somos millones de cosas sin sentido, que por la rutina y las contrucciones personales se convierten en convencionalismos. Eso somos, tu y yo y todos.
Por eso no te entiendo siempre, por eso no me entiendo nunca.
Por eso no me importa, mientras sigas siendo una coincidencia recurrente cuando despertemos mañana.




ps: Si entendió, se solicita explicar lo que sea necesario. Si no, sientase con el derecho de sentir lo mismo.